Sistema Nervioso Central
-¿Podrían hablar un poco
más sobre el Sistema Nervioso Central y sobre
la relación de Neptuno con los anestésicos?
ANA TERESA OCAMPO
- Antes de los anestésicos, los cirujanos solían
administrar alcohol (Neptuno) para provocar la embriaguez
de los pacientes y, por lo tanto, algún grado
de anestesia para la cirugía. Dicho sea de paso,
era un método poco eficiente, porque la primera
descarga de adrenalina provocada por el dolor anula
cualquier borrachera instantaneamente.
El Sistema Nervioso Central es un panel de control
completo, tanto del estado vegetativo como del motor
voluntario. Los anestésicos no alteran el Sistema
Nervioso Central como un todo, solo bloquean los receptores
sensoriales centrales del dolor, pero no impiden que
estos estimulos sean llevados al Sistema Nervioso Central
por las vias aferentes ("engaña", por
así decirlo, a los comandos centrales, enmascarando
la comprensión del estímulo).
El sistema simpático, así como el parasimpático,
pertenecen al sistema vegetativo; ambos rigen los movimentos
viscerales involuntarios del organismo, pero con movimentos
opuestos: donde un sistema activa la acción de
una glándula, el otro sistema provoca las funciones
inhibitórias de esa glandula. Ambos sistemas
tienen funciones de estimulación e inhibición,
en órganos diferentes, pero constituyen un eje
que funciona articuladamente.
-¿El Sistema Nervioso Central
entra en reposo durante el sueño? ¿La
relación sueño-vigilia puede ser comparada
a la relación Neptuno-Mercurio?
ANA TERESA OCAMPO -
Todo el período del sueño y de producción
de los sueños está, generalmente, relacionado
con el ámbito de Neptuno. Pero el sueño
es una función esencial para la conservación
de de la vida, tan esencial como el contacto con la
realidad de la vigilia. El Sistema Nervioso Central
no para nunca de funcionar y está totalmente
activado durante el sueño. Hay una patología
rarísima y genética (un tipo de parasomnia)
que produce insomnio permanente (el eletroencefalograma
no registra señales relativas al sueño)
y que lleva a la muerte en pocos meses. De la misma
forma, las lesiones graves en el hemisferio derecho
del cerebro (normalmente asociado a las funciones de
intuición, imaginación, fantasía)
son más letales que el mismo tipo de lesiones
en el hemisferio izquierdo (lógico y racional),
de donde se desprende que funciones como el sueño,
soñar, intuir y la capacidad imaginativa son
más importantes para la conservación de
la vida orgánica de lo que nuestra ciencia exclusivamente
racional suele entender.
No debemos confundir "actividad del sistema nervioso
central" con percepción consciente. Ésta
es una de las funciones del Sistema Nervioso Central,
pero también lo son las funciones vegetativas,
involuntarias. Cuando decimos que alguien está
en estado de "muerte cerebral", por ejemplo,
no estamos diciendo que está en coma (supuesta
pérdida de la percepción consciente),
sino que el cerebro no tiene ya capacidad de comandar
la vida vegetativa orgánica, que se mantiene
exclusivamente por aparatos externos; una vez que estos
se desconectan, todas las funciones orgánicas
cesan, y sobreviene la muerte física.
Práticas como la meditación y la relajación
inciden en la disminución de la intensidad mental
de los pensamientos y en la ralentización de
los estímulos elétricos motores (más
relajación muscular, mejor respiración
, más tranquilidad mental), lo que contribuye
a un funcionamento menos estresante del Sistema Nervioso
Central, pero con disminuición específica
de funciones y comandos. Solamente los yoguis de largo
tiempo son capaces de disminuir, a través de
la práctica meditativa, las funciones vegetativas
del organismo (ritmo cardíaco, peristalsis digestiva,
funciones glandulares etc.).
Ana Teresa Ocampo es astróloga y médica
homeópata y sanitarista.
Roseane Debatin es médica pediatra,
homeópata y acupunturista.
Carlos Hollanda es autor del libro Progresión
Lunar y Kabballah.
Fernando Fernandes es editor de Constelar.
Traducido del original
portugués por Astro-Campus
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