¿Cuales son
las verdaderas necesidades de nuestro ego? ¿Nos
atrevemos a admitirlas o nos escondemos detrás
de lugares comunes y fachadas falsas?
El ego es el sé, es nuestra realidad, Saturno
habla de verdad y realidad, supone sintonizarse con
el verdadero "sí mismo", darse cuenta
de las propias fuerzas escondidas y de las propias debilidades.
Y es en este punto cuando Saturno "el severo"
se convierte en nuestro amigo y lo es de verdad: ¡no
nos deja andar hasta que no hemos asumido la lección!
Saturno es la falta y la necesidad tan evidentes en
la dialéctica Cáncer-Capricornio, Luna-Saturno:
en este eje, en la conciliación de estos opuestos
está uno de los puntos fundamentales para la
comprensión del planeta.
Tal vez, precisamente por esta necesidad de conciliar
la rigidez y la intransigencia saturnina con la dulzura
y la morbidez del sentimiento lunar, Saturno es tan
importante en las relaciones afectivas de cualquier
naturaleza, no por casualidad Saturno se exalta en Libra.
Cuando en una relación Saturno de uno viene a
encontrarse en aspecto con el ascendente y los planetas
del otro, en particular con el Sol y los planetas de
la afectividad, el vínculo adquiere particular
importancia, es como si el planeta se diera cuenta de
repente de las propias necesidades y de las propias
carencias y reconociese en el otro la posibilidad de
satisfacerlas.
Si la dinámica de estos planetas es armónica,
podemos tener relaciones importantes y duraderas, donde
se establece un intercambio positivo y equilibrado;
en los aspectos dinámicos y en la conjunción,
se tienen a menudo relaciones intensas pero que provocan
dolor, donde se siente la ineluctabilidad del destino
que nos pone de frente a situaciones frustrantes, precisamente
porque, tales emociones nos enfrentan a aquellas carencias
y necesidades que tienen raíces lejanas y que
no sabemos confesarnos ni siquiera a nosotros mismos.
Por lo tanto hay fuertes juegos de proyección,
rigidez y negación, casi como si el destino hubiera
elegido aquella relación como ocasión
de crecimiento y comprensión de las propias dinámicas
interiores.
Saturno, como dice Liz Greene, es lo que no soportamos
en los otros, porque representa la parte mutilada de
nosotros; es de hecho, el guardián de esos malestares
nuestros que no queremos reconocer y que a menudo tratamos
de endosar a los otros o que salen a flote a través
de bloqueos, complejos y frustraciones, que nos llevan
a provocar siempre el mismo tipo de experiencias dolorosas
hasta que consigamos comprenderlas.
Los aspectos que el planeta forma en el interior del
tema natal tienen una importancia fundamental para la
comprensión de las propias dinámicas interiores.
Tanto los aspectos positivos como los dinámicos
reclaman responsabilidad, esfuerzo, sentido del deber,
por lo tanto ambos son demasiado pesados y limitadores
de vivir. Los aspectos armónicos desarrollan
instintivamente, sin excesivo esfuerzo su tarea y su
función: Saturno en aspecto favorable a los planetas
personales da seriedad, sentido de responsabilidad,
racionalidad, buen conocimiento de sí mismo y
aceptación del tiempo que pasa; a veces, una
cierta severidad y intransigencia que requiere también
de los otros el mismo tipo de esfuerzo que uno mismo
está dispuesto a dar.
Los aspectos dinámicos representan nuestros puntos
débiles, alimentan miedos y sombras hasta que
el individuo se convierte en consciente y sabedor de
la propia vulnerabilidad; estos aspectos trabajan en
modo engañoso, particularmente los de Saturno
a las luminarias que tienden a minar al individuo en
su seguridad, la parte sombra se dilata con la consiguiente
dificultad para reconocer como propios los malestares
del alma.
Particularmente inquietante es la presencia de un Saturno
aislado en el interior del tema, el individuo encuentra
notable dificultad en reconocer el propio rol; esfuerzo
y responsabilidad se ejercen solo cuando los tránsitos
críticos implican al planeta que de por sí
encuentra dificultad para expresar y reconocer su propia
tarea.
Dolor y sufrimiento irrumpen por sorpresa y encuentran
a un individuo sin preparar para afrontarlos, se convierte
en particularmente difícil para el planeta expresarse
a través de sus potencialidades evolutivas. Saturno,
planeta del destino, Señor del Karma, o mejor
dicho Señor del Dharma, el sector del tema en
que se encuentra Saturno o regido por él, indica
el camino donde tendremos una importante tarea que desarrollar,
donde estará la exigencia de mayor esfuerzo y
sacrificio y ahí nos sentiremos menos seguros
y tenderemos a compensarlo excesivamente desarrollando
ansiedad y bloqueo. Pero precisamente en este sector
tendremos las mayores posibilidades de comprender nuestro
rol en esta existencia.
Es este un campo de experiencia del cual no podremos
eximirnos, trabajar bien en el sector en el que se encuentra
Saturno, aceptando los limites, el dolor y el sacrificio
que podría sernos propuesto, significa salir
al encuentro de nuestro destino.
Dolor, miedo, despego pueden ser superados a través
de la aceptación, la comprensión y el
amor el fin del dolor es el principio de la sabiduría
y por lo tanto de la inteligencia (S. Krishnamurti).
Traducido del original italiano
por Astro-Campus de:
http://www.cidacatania.it/articoli.asp?id=90
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