ARQUETIPO VIRGINIANO
(Este arquetipo faltaba en el artículo online
de D. R. Deon; el texto a continuación se ha
redactado a partir de textos de Kabaleb):
Abundancia liquidadora: los bienes materiales deben
salir, la persona tiene la necesidad imperiosa de que
esto sea así. Imaginen entonces a una persona
desprendida, el que convierte su propio dinero en obras
para otros. El convertir el dinero en obras, supone
que antes se va a disponer de ese dinero para poder
llevarlas a cabo. Esta tendencia le creará problemas
al nativo de la casa II virginiana, ya que si bien la
realización de un acto moral suele traer consigo
satisfacción, en el caso de un acto material
no siempre es exactamente así. Más que
nada hay que tener en cuenta que en primner lugar representa
una pérdida. En este caso no se trata de montar
una fábrica, como sucede en el caso del arquetipo
capricorniano, sino de desprenderse de sus fondos en
beneficio de terceras personas.
Aunque no se produzcan malos aspectos, dado que la sociedad
a menudo solo valora lo material, la persona puede verse
impelida a no dar, bloqueando así la dinámica
de su casa II y, por ende, enfermando. Lo deseable sería
que entendiera que debe desprenderse de su dinero para
convertirlo en obras, que es fundamental para él
la relación entre dinero gastado y salud.
Por otro lado, Virgo supone sabiduría acumulada,
por lo tanto en la casa II, va a dotar al nativo de
abundancia de sabiduría. El desprendimiento material
coincide así con el descubrimiento de nuevos
valores, los aportados por el conocimiento, que hace
ver que es innecesario el culto al dinero.
En definitiva, la II en Virgo da muchas oportunidades
de invertir el dinero en obras filantrópicas,
pero solo las almas grandes sabrán vivir esta
curiosa dinámica sin llanto, ni crujir de dientes.
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