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LAS MIL DEFINICIONES POR LAS CUALES LA ASTROLOGÍA
SE HACE VÁLIDA (II)

Recordemos Posición planetaria.

163. La posición planetaria nos da la posibilidad de advertir, la injerencia que tiene el planeta respecto de la fuerza.

164. La posición planetaria nos dice de la conveniencia a la posición respecto a la regencia.,

165. La posición planetaria nos dice que el regente debe claudicar ante la exigencia de la posición.

166. La posición planetaria nos da el lugar exacto en donde el nativo deberá adquirir experiencia.

167. La posición planetaria nos dice, que dentro de la regencia, la posición tiene preferencia.

168. La posición planetaria nos dice que el ser se ve ante la necesidad de anteponer una exigencia a una necesidad.

169. La posición planetaria nos dice, que el ser se da según una exigencia y esa exigencia le marca la posibilidad de éxito, dentro de un desenvolvimiento zodiacal.

170. La posición planetaria nos dice, que el ser está sometido a una exigencia y que esa exigencia no invalida la posibilidad de ejercer la regencia.

171. La posición planetaria nos dice, que aun estando el nativo en posición de elegir, siempre deberá circunscribirse a los dictados de la posición.

172. La posición planetaria nos dice, que el ser nace según una condición, esa condición es fijada como premisa a su tónica de vida, fuera de ella, el nativo se encuentra en posición inmejorable de ejercer el zodiaco en reposo.

173. La posición planetaria nos faculta a poder ejercer la posición siempre que hagamos de ella el destino de la fuerza.

174. La posición planetaria nos dice, que el nativo siempre buscará acompañar a los dictados de la posición, la condición de la regencia.

175. La posición nos dice que el ser se vuelve altamente receptivo de todas las influencias que inciden en la posición.

176. La posición planetaria nos dice, que el ser, además de su condición propia de ser evolucionante, es un ser encadenado a los designios cósmicos.

177. La posición planetaria nos da la posibilidad de considerar al ser, fuera de otra condición planetaria.

178. La posición planetaria nos conduce a reveer, toda posibilidad de generar movimiento contrario a la posición.

179. La posición planetaria nos dice, que el ser se ve ante la disyuntiva de aceptar o rechazar, la condición de ser capaz de alternar su condición biológica con su condición psíquica, y hacer de ambos, una resultante que contemple las exigencias propias de la evolución.

180. La posición planetaria alberga toda posibilidad de desenvolvimiento, dentro de un área cósmica que no siempre conviene a su naturaleza.

181. La posición planetaria nos dice, que toda vez que busquemos esconder nuestras intenciones, siempre habrá una posibilidad de descubrirla.

182. La posición planetaria, nos dice que cuando actuemos conforme a la posición ella nos lleva camino de la experiencia, experiencia que lleva implícita la posibilidad de sobrevivir.

183. La posición planetaria nos dice, que el ser se alberga dentro de una posibilidad cósmica, dando a esta posibilidad, la condición de resultante, dentro del proceso de modificaciones biológicas y psíquicas.

184. La posición planetaria determina cuántos, y cuáles serán los factores que intervendrán dentro de un proceso que la posición marca.

185. La posición planetaria es lo que da el lugar exacto, en que se han de producir los fenómenos de variantes cósmicas, a través del planeta que se desplaza.

186. La posición planetaria determina el área en que el sujeto se hará pasible de las exigencias de la posición.

187. La posición planetaria nos dice, que el ser, amén de encontrar una posibilidad evolutiva dentro de la posición, él se da con posibilidad de alternar su posición actual, con la anterior, llevándolo a una concordancia entre presente y pasado.

188. La posición planetaria nos dice que el ser se ve ante una imposición pero también ante una alternativa, toda vez que él toma la posición como una posibilidad de cambiar, y su regencia, un motivo para realizar el cambio.

189. La posición planetaria nos dice que el ser se maneja en tiempo presente, respecto de la posición y en tiempo pasado, respecto de la regencia.

190. La posición planetaria alberga siempre la posibilidad de que el ser encuentre, dentro de sí, la variante que lo lleva a un cambio substancial de lo que está dado, dentro de lo que la posición le permite.

191. La posición planetaria nos dice que el ser siempre está a la expectativa del cambio, y cuando ello no lo logra, sufre las consecuencias de la posición

192. La posición planetaria difiere de la regencia, en la medida en que una impone y la otra acepta, aceptación que está sujeta al respecto de la condición básica de la constitución.

193. La posición planetaria nos dice que el ser se ve dentro del significado de la posición, como explorando su nueva intención zodiacal.

194. La posición planetaria nos dice finalmente, que el ser es por lo que es la posición, de lo contrario, es lo que pretende ser fuera de ella, sin alcanzar entonces, los designios de la experiencia cósmica expresada en la posición alternante de los planetas, dentro del movimiento zodiacal; ello para establecer que el ser, es producto de un movimiento que queda fijado en la posición y se ayuda en dicho movimiento, por el zodiaco en reposo, quien le da la condición básica y esencial, para apoyarse dentro del arquetipo en el periodo en reposo.

 

 

Recordemos: Regencia.

195. La regencia es la condición propia de cada planeta, en la medida en que es dispositor de la fuerza cósmica por él polarizada.

196. La regencia es la condición propia que hace o permite, que el planeta tome del espacio cósmico la energía y la lleve a su sistema.

197. La regencia es la polaridad propia de cada planeta.

198. La regencia se combina, dentro de la fuerza como una resultante de lo que el planeta es capaz de absorber.

199. La regencia es la motivación que lleva a la fuerza a expresarse a través del planeta.

200. La regencia se sustancia, en la fuerza misma de la naturaleza planetaria.

201. La regencia se da, según las propias condiciones cósmicas.

202. La regencia se da, en principio y en fin de la distribución de la energía cósmica, dentro del zodiaco planetario.

203. La regencia es una condición propia del planeta, que le permite llegar a la esencia misma de un proceso cósmico.

204. La regencia se da, dentro de ciertas medidas en que el ser puede ver la relación de él con el cosmos, dentro de lo que la regencia marca.

205. La regencia se da, al solo efecto de que queden polarizadas las fuerzas, dentro del ámbito de un sistema.

206. La regencia se da, cuando la misma energía encuentra el planeta adecuado para ser absorbida.

207. La regencia es una condición que está mas allá de toda consideración, en la medida en que es un factor constitucional del cosmos que se expresa por polaridad.

208. La regencia consume todo el caudal de la fuerza que representa.

209. La regencia se da por la misma energía que presenta el planeta en su doble polaridad.

210. La regencia nos da la posibilidad de establecer valores fijos, dentro de la trayectoria de los movimientos cósmicos.

211. La regencia se agota, en la misma medida en que se agota toda posibilidad de traducción planetaria.

212. La regencia se da por sí, como un valor estable y ella no goza de la posibilidad de cambios.

213. La regencia trasunta toda posibilidad de objeción, en la medida en que ella está dada, por la fuerza del zodiaco que se expresa a través del planeta.

214. La regencia se da, en total y en parcial, para cada una de sus determinaciones.

215. La regencia se traduce en una exigencia propia de la constitución.

216. La regencia se alterna con la posición, en la medida en que da a ésta, todo el caudal energético que permita confundir posición con regencia, sin alterar el orden de prioridad.

217. La regencia es el vínculo natural que nos acerca al espacio cósmico.

218. La regencia monopoliza la fuente de toda manifestación cósmica, en la medida en que la hace valedera dentro del ámbito de su manifestación.

219. La regencia se da en sí, por todo lo que es como fuente de inspiración cósmica, dejando de ser por el mismo motivo.

220. La regencia es la condición necesaria a todo desenvolvimiento planetario.

221. La regencia es una condición que no admite sustitutos, por lo tanto no tiene reemplazo, y ella se muestra tanto o más fuerte, en la medida en que el zodiaco impone esa condición.

222. La regencia se da libre de acopios, permitiendo una independencia en el manejo de la energía.

223. La regencia se da dentro de ciertos valores y ellos nos dicen que los planetas se fijan en ellos, para determinar su propia condición.

224. La regencia resulta, de la adjudicación material de campos de fuerza que están en analogía con los planetas.

225. La regencia se da en un todo, dentro de la constitución del planeta, y éste se expresa conforme a los valores, que por resonancia, trascienden la esfera de su propio sistema.

226. La regencia se da, por el solo hecho de que el ser no tiene en su constitución, más de lo que tiene el planeta en su sistema, por lo tanto la relación planeta sistema y sistema cosmos, se resuelve por la misma relación de sujeto a condición cósmica, a través del planeta.

227. La regencia se da, dentro de lo que es posible determinar como condición del planeta, y ello nos lleva a ver, que el planeta siempre se da en el sentido de su regencia.

228. La regencia siempre se manifiesta como una exigencia que busca perpetuarse en su condición, condición que se traduce dentro del área de actuación.

229. La regencia se da, por todo lo que está dentro del desenvolvimiento cósmico, toda vez que la fuerza expresa sus atributos, a través del planeta.

230. La regencia es una condición que expresa el planeta, al relacionarse con la fuerza y experimentar los movimientos propios de la manifestación cósmica.

231. La regencia se titula por su propia capacidad de absorción, y ella esta garantizada por el área de manifestación en que se expresa.

232. La regencia se nos da siempre, en función de lo que está expresado en la polaridad que se ejerce en el espacio delimitado del cosmos.

233. La regencia es, por lo que es, en la medida en que no podemos separar lo que está dado por propia constitución, como lo que ocurre dentro de un sistema, en donde cada uno de los planetas se ve absorbido, dentro de la resultante que se forma al polarizar la fuerza y ponerla frente a una posibilidad de manifestación potencial de lo que la energía cósmica da a cada sistema, para encontrar la relación propia de lo que se busca.

 

 

Recordemos Fuerzas cardinales.

234. Las fuerzas cardinales se dan por si mismas, en la medida en que constituyen el punto de partida de toda concepción cósmica.

235. Las fuerzas cardinales son objeto de estudio minucioso en la medida en que son los factores que nos proveen de las instancias necesarias, para que la realidad se haga presente a la luz de todo lo que se da por propia sensibilidad conceptual.

236. Las fuerzas cardinales son aquellas, que dando de sí lo que tienen, se muestran conforme a una exigencia propia de la energía que trasciende los límites de la operancia zodiacal, operancia que se da en razón al medio en que se desenvuelve.

237. Las fuerzas cardinales son la antitesis de todo lo que se da por vía concreta, en la medida en que éstas son las exponentes de toda vinculación a la manera de tomar el sentido de las cosas.

238. Las fuerzas cardinales, son formaciones cósmicas que realizan la apertura a todo proceso que se da, dentro de lo que el cosmos tiene marcado como curso natural de lo que está dado por sí, y dentro de las exigencias de la creación.

239. Las fuerzas cardinales se nos muestran en su activo y en su pasivo, en la medida en que son punto de partida de lo que está en el sujeto y fuera de él.

240. Las fuerzas cardinales se dan dentro de normas preestablecidas, que enlazan todos los exponentes propios de la manifestación cósmica, siempre que ella sea el producto de lo que está en si traducir, como formaciones propias a las cargas energéticas, que se manifiestan como exponentes de la vía sensorial.

241. Las fuerzas cardinales nos acondicionan dentro de una posibilidad cósmica en la medida en que ellas son las que se dan, en más y en menos, dentro de lo que la fuerza es capaz de expresar, en el medio en que toma los impulsos propios de la actividad del sentir zodiacal que le pertenece.

242. Las fuerzas cardinales se traducen, en un esfuerzo constante de llegar a concebir el infinito cosmos, dentro de una manifestación tangible a lo sentidos.

243. Las fuerzas cardinales se expresan a través de sus respuestas motoras que residen dentro de lo que está constituido como manifestación propia a los impulsos sensoriales.

244. Las fuerzas cardinales no dejan de ser los exponentes propios de todo comienzo, siendo su paso el de atrevimiento zodiacal en la medida en que se proyecta dentro del ser con incalculable velocidad.

245. Las fuerzas cardinales son aquellas que nos dan la posibilidad de llegar a desentrañar la constitución del cosmos, en la medida en que nos muestran la posibilidad de recibir, todas aquellas manifestaciones que no se dan fuera de los sentidos.

246. Las fuerzas cardinales desechan toda posibilidad de ver, en sí misma, la virtud que la compone, dando a ésta, la posibilidad de expresarse en cualidades sensibles.

247. Las fuerzas cardinales pregonan el sentir de la naturaleza, en la medida en que ellas son las que advierten la existencia, y por ella se dan en gratitud a los sentidos.

248. Las fuerzas cardinales se dan, según una medida cósmica en que ellas se encuentran acondicionadas, y dentro de ella, no hallan más que la propia certificación de los factores que la integran.

249. Las fuerzas cardinales no salen de lo que son, en la medida en que constituyen factores de proyección interior, proyección que llega a formar el verdadero sentido de la fuerza cardinal.

250. La fuerza cardinal no está en desmedro de otra, sino que se encuentra en relación complementaria con la fija.

251. La fuerza cardinal se da, según hemos visto, como una condición que no afecta a su constitución, sino que hace de ella, lo que ella ve en si misma como condición zodiacal.

252. La fuerza cardinal se expresa conforme a un limite y dentro de él se plasma la posibilidad de lograr los atributos propios de la energía liberada, para dar luz a las cosas.

253. Las fuerzas cardinales se confunden con la creación, en la medida en que aportan la energía que despierta la actividad de la mente creadora.

254. Las fuerzas cardinales se dan según el sentido de su propia orientación y se distingue una de otra, en la medida en que cada una de ella se da, según la conformidad del plano en que actúan.

255. La fuerza cardinal se convierte en factor esencial de la inspiración humana.

256. Las fuerzas cardinales son la esencia de todo existir.

257. Las fuerzas cardinales se dan, según el sentido propio de todo lo que nace a la luz de los principios cósmicos. Las fuerzas cardinales traducen el sentir de todo lo que se da, como improvisación al medio en que se desenvuelve el mundo fenomenal.

258. Las fuerzas cardinales no condicionan a ninguna fuerza, ni realizan el sentido de su propia realización, fuera de lo que su constitución expresa.

259. Las fuerzas cardinales son, por lo que son, en la medida en que ellas son la puerta de entrada para que el ser pueda llegar a concebir el mundo, y verse dentro de él, sin necesidad de violentar las condiciones propias de la naturaleza, permitiendo ver la vida desde el principio y acercar la realidad a los propios sentidos, manera como el ser impresiona su ser y se toma de la realidad que le ofrece el mundo manifestado.

 

 

Recordemos: Fuerzas fijas.

260. Las fuerzas fijas son componentes del zodiaco que alternan la posibilidad de ejercer soberanía sobre lo creado.

261. Las fuerzas fijas son instrumentos apropiados al ejercicio de la actividad práctica.

262. Las fuerzas fijas son en todo, la fuerza necesaria para lograr los fines de la vida.

263. Las fuerzas fijas son las facultades esenciales de todo movimiento, que tiende a conservar el fruto de la acción emprendida.

264. Las fuerzas fijas son los valores que se presentan dentro de la constitución, por los mismos valores que quedan expresados en la acción, toda vez que estos sean tomados respecto de lo que la fuerza es capaz de convertir, dentro de lo que la misma entidad cósmica determina.

265. La fuerza fija alterna, con la cardinal, los designios de la realización consciente de los actos humanos, en la medida en que da, a aquellos, la oportunidad de verse dentro de una realidad, que solo puede dar la consistencia de las acciones, dentro de lo que el movimiento determina en favor de la realización física y natural.

266. Las fuerzas fijas dan, en principio lo que es de dar en toda energía, la fuerza necesaria para convertir la exigencia física, en una condición que hace a todo los seres que por ella se manifiestan.

267. Las fuerzas fijas nos dan, dentro de su constitución, lo que la constitución expresa, realizando así, los atributos que le son en forma y en fondo confiables.

268. Las fuerzas fijas, nos dan las pautas físicas del procesamiento integral de lo que constituye la fuerza de manifestación de la vida.

269. Las fuerzas fijas, nos dan las pautas del por qué de las necesidades propias a la conversión, de todos aquellos factores que están expresados en la constitución del cosmos y necesitan de la verificación practica del consumo físico.

270. Las fuerzas fijas, nos dan las pautas propias, de los regímenes sometidos al imperio de la voluntad consciente, de quienes quieren ver en la materia la condición de su existencia.

271. Las fuerzas fijas, nos dan el camino de la resurrección de las fuerzas que están contenidas, dentro de la promesa de la naturaleza.

272. Las fuerzas físicas se nos dan, en sí, como una constitución que escapa a toda posibilidad del control, toda vez que se da dentro y fuera de lo que ella determina.

273. Las fuerzas fijas son por lo que son, en la medida en que ellas juegan un rol importante dentro de la economía zodiacal, buscando llevar sus términos a la aceptación de todo influjo que llega a ella por vía cardinal, dejando de ser la fuerza de impulso, toda vez que libera su contenido potencial y traslada el contenido energético, dentro de lo que es posible determinar en el ámbito de las realizaciones físicas.

 

 

Recordemos: Fuerzas comunes.

274. Las fuerzas comunes se dan, en el sentido de la coordinación.

275. Las fuerzas comunes se dan, por simple presencia.

276. Las fuerzas comunes se dan, con abstención total de incorporación física.

277. Las fuerzas comunes se dan, por la simple injerencia de los asuntos internos de las otras fuerzas y por los externos que atañen a su propio servicio de vinculación.

278. Las fuerzas comunes constituyen el vínculo necesario a toda manifestación zodiacal.

279. Las fuerzas comunes constituyen los valores constantes a toda intermediación.

280. Las fuerzas comunes interpretan todas y cada una de las asociaciones que determinan vínculos geofísicos, geográficos, planetarios y estribaciones cósmicas.

281. Las fuerzas comunes se dan por simple presencia y determinan su intervención por simple determinación cósmica.

282. Las fuerzas comunes se manifiestan, toda vez que estas entrañan una condición para hacer de la cosa una condición funcional de lo que esta expresado en la misma.

283. Las fuerzas comunes son determinantes permanentes, de los ciclos que determinan la condición evolucionante de todo lo que está en manifestación cósmica.

284. Las fuerzas comunes se dan, por lo que son, dentro y fuera de su constitución cósmica, por eso alternan con las otras fuerzas, para establecer la sincronización del espacio en que se desenvuelve la magnitud funcional de las fuerzas.

285. Las fuerzas comunes se dan, por acto, en la medida en que ellas son las determinantes de que los procesos se dan por simple asociación.

286. Las fuerzas comunes son la expresión propia de lo que esta dado por vínculo asociativo.

287. Las fuerzas comunes se determinan dentro de un cuadro apropiado a las exigencias propias de la función organizada.

288. Las fuerzas comunes conmueven los cimientos de la responsabilidad, aportando las leyes propias a la asociación de todo lo que conforma una integración conceptual y radical de la existencia.

289. Las fuerzas comunes se expresan en el sentido de la aprobación o el rechazo.

290. Las fuerzas comunes se amalgaman con el proceso de integración, dando el ordenamiento necesario a la vinculación de un proceso o movimiento.

291. Las fuerzas comunes se dan en todo, por propia gravitación en el medio en que actúan y hacen, de su condición, la exigencia de su imposición organizativa.

292. Las fuerzas comunes se dan, en un todo, en función bilateral en la medida en que aportan, tanto elementos positivos como negativos a la organización de la unidad funcional.

293. Las fuerzas comunes se dan, por simple agregado y se dan por separatividad, toda vez que su intervención se fija por carácter particular y por carácter asociativo, no dejando por ello ser la consecuencia lógica de la intermediación.

294. Las fuerzas comunes contemplan la posibilidad de asociarse a un nivel de integración que le permita conceder, a la evolución, la consideración necesaria a su intervención.

295. Las fuerzas comunes se dan, dentro y fuera de lo que está determinado por asociación.

296. Las fuerzas comunes se dan por simple presencia y por simple asociación, siendo estas las condiciones básicas en que se expresa una fuerza neutra de asociación.

297. Las fuerzas comunes no determinan el proceso expresado en otra fuerza sino que da a ésta la posibilidad de integrarse en un esfuerzo común, de tal modo que la unidad no deje de ser simple a través del compuesto que la integra.

298. Las fuerzas comunes determinan el pro y el contra de su intervención y ella es la que esconde toda posibilidad de fracaso ya que es responsable del éxito o fracaso previsto por intermediación.

299. Las fuerzas comunes no se dan por simple agregado, si por tal consideramos una asociación implícita en el acto que realiza para quedar incorporado a él.

300. Las fuerzas comunes determinan una consecuencia lógica dentro del proceso de intermediación.

301. Las fuerzas comunes se dan, en el fin y en el resultado de lo que promueven, en la medida en que ellas están expresadas según el sentido de la motivación lógica que busca un fin y se cumple en el medio que utiliza.

302. Las fuerzas comunes son lo que son, en la medida en que se complacen en su propia estructura funcional y hacen de ella, la condición necesaria a la integración funcional de todo lo que esta determinado en su función.

303. Las fuerzas comunes alejan toda duda de integración.

304. Las fuerzas comunes son las responsables del resultado de todas las acciones que se promueven y realizan en las otras fuerzas.

305. Las fuerzas comunes son la expresión de lo propio y de lo ajeno, cada vez que hacen de su propio desenvolvimiento la condición necesaria para que la vida quede expresada sin solución de continuidad.

306. Las fuerzas comunes están dadas, en todas las emergencias habidas en el ámbito del desenvolvimiento social en el que se integran.

307. Las fuerzas comunes se dan en la seguridad, en la medida en que son los agentes del orden cósmico.

308. Las fuerzas comunes se expresan según el principio de la integración y se combinan dentro de lo que es posible determinar como principio cósmico de integración, no haciendo alusión al beneficio o perjuicio de la intervención, sino al resultado o fin que el proceso ofrece, dentro de los requerimientos cósmicos.

309. Las fuerzas comunes se dan, dentro de una tónica de alianza y dentro de ella, se faculta con intervención constante.

310. Las fuerzas comunes se expresan en el sentido de las antípodas, toda vez que ellas se resuelven en posición equidistante, a los valores que integran su propia función.

311. Las fuerzas comunes se dan en un todo, al ejercicio de lo que está expresado dentro de la capacidad de existir, en el riesgo que significa permanecer en estado de existencia.

312. Las fuerzas comunes se dan, por sí y en sí, en la medida en que ellas son las que dan continuidad, a todo lo que esta motivado en el circulo de las asociaciones funcionales con que la vida se ata a la programación cósmica.

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